Abdón Porte (Montevideo, 1880 — ídem, 5 de marzo de 1918) fue un futbolista uruguayo nacido en Montevideo, capital del país. Se desempeñaba en la posición de mediocampista defensivo. "El Indio" (tal era su apodo) falleció el 5 de marzo de 1918, suicidándose de un tiro en pleno Parque Central, en un hecho muy recordado por la afición deportiva de Uruguay.
Trayectoria
Comenzó su carrera deportiva en el equipo de Colón Fútbol Club, para luego pasar al extinto Libertad. De allí emigró al Club Nacional de Football, donde debutó el 12 de marzo de 1911 en la posición de lateral derecho frente al Club Dublin. Jugó su último partido contra el Charley con victoria por 3 a 1 para Nacional el día anterior a quitarse la vida.
En Nacional, Porte fue titular indiscutido y portador de la cinta de capitán, defendiendo la camiseta tricolor en 207 partidos con un estilo aguerrido y combativo obteniendo numerosas copas tanto a nivel local como internacional.
Xosé de Enríquez, en su libro Hacia el campo van los albos, escribía sobre El Indio:[2]
"... era un lungo rústico, flaco, 'morochón y peloduro' que procedía del 2, de Libertad, si bien había sido Colón el Club que lo trajo a la Capital...."
Xosé de Enríquez
Por su parte Luis Scapinachis en el libro Gambeteando frente al gol: Anécdotas y relatos deportivos, contaba:
"Era un típico hombre defensivo de estilo combativo; tenaz 'centre-half' de un período brillante del fútbol oriental. Abdón Porte era notable, con virtudes y cualidades extraordinarias, defensivas y de colaboración, bien conocidas y recordadas por mucho tiempo, por los aficionados de antaño. Era un muchachón bueno, 'amigo de los amigos'; gauchazo para hacer bien. Manso en la cancha aunque lo 'rompieran' a patadas."
Luis Scapinachis
Suicidio
A comienzos de 1918 y en vista a la temporada que comenzaba la Comisión Directiva del club decidió colocar en su posición al jugador Alfredo Zibecchi lo que implicaba que Porte perdía su titularidad en el equipo. La decisión de la Comisión Deportiva se basaba en que Porte había declinado en su rendimiento. Esto fue algo que el ídolo del club no pudo asimilar.
El 4 de marzo Nacional disputó un encuentro frente al Charley. Nacional ganó por 3 goles a 1 y Porte jugó todo el encuentro con una muy buena actuación. Como se acostumbraba, por la noche dirigentes y jugadores se reunieron en la sede del club para un pequeño festejo. A la una de la mañana "El Indio" abandonó la sede sin que nadie notase nada en particular en su comportamiento y se dirigió al Parque Central, al centro de la cancha que él y sus compañeros habían inaugurado en 1911 y donde se había consagrado como un verdadero ídolo de Nacional y del fútbol uruguayo, para acabar con su existencia. Tenía tan sólo 37 años y su casamiento con su novia estaba previsto para el día 3 de abril.
Pocas horas después, en la gélida mañana de aquel 5 de marzo el perrito del canchero del club encontró el cuerpo inerte de Porte. El can llevó casi a rastras a su dueño, Severino Castillo, al círculo central de la cancha donde yacía el cuerpo del mediocampista con sangre en el lado izquierdo de su camisa, el revólver con el que se disparó en el corazón y dos cartas dentro de un sombrero de paja: una dirigida al presidente de Nacional y otra a un pariente.
En la primera misiva, Porte se dirigió a José María Delgado en los siguientes términos:
"Querido Doctor Don José Maria Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida."
Abdón Porte
Además, debajo se su firma recordó a su querido Nacional:
"Nacional aunque en polvo convertido / y en polvo siempre amante. / No olvidaré un instante / lo mucho que te he querido. / Adiós para siempre.
Como también de los hermanos Céspedes, compañeros de equipo y grandes amigos que habían fallecido pocos meses atrás víctima de la viruela:
En el Cementerio de la Teja con Bolívar y Carlitos."
Todo Uruguay fue conmovido con la noticia del suicidio de Porte. Sus compañeros llevaron flores, custodiaron el féretro durante todo el velatorio, firmaron un pésame colectivo para entregárselo a sus deudos y llevaron las fajas de la carroza fúnebre antes de dejarlo en el Cementerio de La Teja, junto a los hermanos Céspedes. Eusebio Céspedes, hermano de Bolívar y de Carlos hizo posible su entierro junto a sus amigos.
Trayectoria
Comenzó su carrera deportiva en el equipo de Colón Fútbol Club, para luego pasar al extinto Libertad. De allí emigró al Club Nacional de Football, donde debutó el 12 de marzo de 1911 en la posición de lateral derecho frente al Club Dublin. Jugó su último partido contra el Charley con victoria por 3 a 1 para Nacional el día anterior a quitarse la vida.
En Nacional, Porte fue titular indiscutido y portador de la cinta de capitán, defendiendo la camiseta tricolor en 207 partidos con un estilo aguerrido y combativo obteniendo numerosas copas tanto a nivel local como internacional.
Xosé de Enríquez, en su libro Hacia el campo van los albos, escribía sobre El Indio:[2]
"... era un lungo rústico, flaco, 'morochón y peloduro' que procedía del 2, de Libertad, si bien había sido Colón el Club que lo trajo a la Capital...."
Xosé de Enríquez
Por su parte Luis Scapinachis en el libro Gambeteando frente al gol: Anécdotas y relatos deportivos, contaba:
"Era un típico hombre defensivo de estilo combativo; tenaz 'centre-half' de un período brillante del fútbol oriental. Abdón Porte era notable, con virtudes y cualidades extraordinarias, defensivas y de colaboración, bien conocidas y recordadas por mucho tiempo, por los aficionados de antaño. Era un muchachón bueno, 'amigo de los amigos'; gauchazo para hacer bien. Manso en la cancha aunque lo 'rompieran' a patadas."
Luis Scapinachis
Suicidio
A comienzos de 1918 y en vista a la temporada que comenzaba la Comisión Directiva del club decidió colocar en su posición al jugador Alfredo Zibecchi lo que implicaba que Porte perdía su titularidad en el equipo. La decisión de la Comisión Deportiva se basaba en que Porte había declinado en su rendimiento. Esto fue algo que el ídolo del club no pudo asimilar.
El 4 de marzo Nacional disputó un encuentro frente al Charley. Nacional ganó por 3 goles a 1 y Porte jugó todo el encuentro con una muy buena actuación. Como se acostumbraba, por la noche dirigentes y jugadores se reunieron en la sede del club para un pequeño festejo. A la una de la mañana "El Indio" abandonó la sede sin que nadie notase nada en particular en su comportamiento y se dirigió al Parque Central, al centro de la cancha que él y sus compañeros habían inaugurado en 1911 y donde se había consagrado como un verdadero ídolo de Nacional y del fútbol uruguayo, para acabar con su existencia. Tenía tan sólo 37 años y su casamiento con su novia estaba previsto para el día 3 de abril.
Pocas horas después, en la gélida mañana de aquel 5 de marzo el perrito del canchero del club encontró el cuerpo inerte de Porte. El can llevó casi a rastras a su dueño, Severino Castillo, al círculo central de la cancha donde yacía el cuerpo del mediocampista con sangre en el lado izquierdo de su camisa, el revólver con el que se disparó en el corazón y dos cartas dentro de un sombrero de paja: una dirigida al presidente de Nacional y otra a un pariente.
En la primera misiva, Porte se dirigió a José María Delgado en los siguientes términos:
"Querido Doctor Don José Maria Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida."
Abdón Porte
Además, debajo se su firma recordó a su querido Nacional:
"Nacional aunque en polvo convertido / y en polvo siempre amante. / No olvidaré un instante / lo mucho que te he querido. / Adiós para siempre.
Como también de los hermanos Céspedes, compañeros de equipo y grandes amigos que habían fallecido pocos meses atrás víctima de la viruela:
En el Cementerio de la Teja con Bolívar y Carlitos."
Todo Uruguay fue conmovido con la noticia del suicidio de Porte. Sus compañeros llevaron flores, custodiaron el féretro durante todo el velatorio, firmaron un pésame colectivo para entregárselo a sus deudos y llevaron las fajas de la carroza fúnebre antes de dejarlo en el Cementerio de La Teja, junto a los hermanos Céspedes. Eusebio Céspedes, hermano de Bolívar y de Carlos hizo posible su entierro junto a sus amigos.
El Montevideo Wanderers ofreció jugar un encuentro a beneficio de los deudos y pidió que ese día no se jugara ningún encuentro, el Club Atlético Penadoy y el Charley mandaron coronas, y las instituciones de la liga se solidarizaron con Nacional.
Numa Pesquera, un dirigente del club, reflexionó: "Nacional era su ideal, lo amaba como el creyente a su fe, como el patriota a su bandera".
Homenajes y repercusiones literarias.
Numa Pesquera, un dirigente del club, reflexionó: "Nacional era su ideal, lo amaba como el creyente a su fe, como el patriota a su bandera".
Homenajes y repercusiones literarias.
Este conmovedor acontecimiento fue la inspiración del escritor uruguayo Horacio Quiroga para escribir el cuento corto que llamó "Juan Polti", publicado en 1918 en la Revista Atlántida de Buenos Aires, Argentina. Además, es recogido por otro escritor oriental, Eduardo Galeano en su libro "El fútbol a sol y sombra", bajo el título de "Muerte en la cancha".
Diego Lucero, periodista uruguayo publicó años después un artículo sobre los acontecimientos:
"Después del partido ante Charley, para la temporada de 1918, la directiva de Nacional decidió correr a Alfredo Zibecchi al centro. Porte era reemplazado. Sería un suplente, un hombre de reserva. No pudo soportar el golpe: escribió una carta, marchó al Parque Central y en la vieja cancha en la que tanto brillara, la que fuera teatro de sus máximas proezas, en su puesto, puso fin a su vida (...) Cinco días después Nacional disputó un partido con Wanderers a beneficio de la familia de Porte. Asistimos a ese cotejo en que flotó el recuerdo del “Indio”. Cuando los ojos distraídos dirigían sus miradas hacia el medio eje albo... buscaban a Porte. Allí lo habíamos visto muchas veces; allí se había dormido, allí fue. Acaso la vieja torre del molino sigue mirando hacia allí".
Diego Lucero.
Luis Scapinachis, ex-jugador de fútbol y amigo de Porte sentenció:
"¿Por qué se mató? Porque anidaba en su corazón y en todo su ser el deseo de vestir siempre la tricolor, y cuando empezaron a flaquearle las piernas cargadas de victoria, ante la cruel perspectiva de ser eliminado del conjunto, optó por eliminarse."
Luis Scapinachis.
En homenaje al "Indio", Nacional denominó Abdón Porte a una de las tribunas del escenario deportivo donde puso punto final a sus días. Los hinchas del club lo guardan como uno de los máximos ídolos de la historia de la institución, en un nivel casi mitológico. Hoy, en todos los partidos jugados en el Parque Central, se puede ver en su tribuna una bandera que reza: "Por la sangre de Abdón".
Diego Lucero, periodista uruguayo publicó años después un artículo sobre los acontecimientos:
"Después del partido ante Charley, para la temporada de 1918, la directiva de Nacional decidió correr a Alfredo Zibecchi al centro. Porte era reemplazado. Sería un suplente, un hombre de reserva. No pudo soportar el golpe: escribió una carta, marchó al Parque Central y en la vieja cancha en la que tanto brillara, la que fuera teatro de sus máximas proezas, en su puesto, puso fin a su vida (...) Cinco días después Nacional disputó un partido con Wanderers a beneficio de la familia de Porte. Asistimos a ese cotejo en que flotó el recuerdo del “Indio”. Cuando los ojos distraídos dirigían sus miradas hacia el medio eje albo... buscaban a Porte. Allí lo habíamos visto muchas veces; allí se había dormido, allí fue. Acaso la vieja torre del molino sigue mirando hacia allí".
Diego Lucero.
Luis Scapinachis, ex-jugador de fútbol y amigo de Porte sentenció:
"¿Por qué se mató? Porque anidaba en su corazón y en todo su ser el deseo de vestir siempre la tricolor, y cuando empezaron a flaquearle las piernas cargadas de victoria, ante la cruel perspectiva de ser eliminado del conjunto, optó por eliminarse."
Luis Scapinachis.
En homenaje al "Indio", Nacional denominó Abdón Porte a una de las tribunas del escenario deportivo donde puso punto final a sus días. Los hinchas del club lo guardan como uno de los máximos ídolos de la historia de la institución, en un nivel casi mitológico. Hoy, en todos los partidos jugados en el Parque Central, se puede ver en su tribuna una bandera que reza: "Por la sangre de Abdón".
FUENTE:Wikipedia
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